Sentía algo aquí
en mi pecho muy dentro,
parte de mí como agonía, hasta este
momento.
Ahora convertida en la mas dulce de las
alegrías
al mirarte a los ojos al decir que eres
mía
tanto gritar por las noches
lleno de rabia mirando hacia arriba,
se han escuchado mis gritos,
justo cuando la vida ya no me
satisfacía.
Como un juego de
cartas lleno de trampas
que no lograba ver.
Ya no me importa el
pasado,
ya no me importa el futuro,
ya no veo el dolor.
Solo siento el calor,
solo huelo la fragancia
liberando mi alma, esperándote a ti
pues ya estas aquí,
en algún lugar.
Y veo lejos muy lejos,
la trampa en mi mente,
y ahora se que estas presente,
por ahí...
por ahí...
Te llevare por los senderos de mi alma
sin caminar, sin tropezar
fundiéndonos en las corrientes del
viento,
sin tocar tierra
nunca más,
ya no me importa la muerte
aunque venga de repente...
pues tengo la eternidad para volverte a
encontrar
gritare muy fuerte para llamarte y que
me puedas hallar.
El Desaparecido
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