domingo, 17 de julio de 2016

RIP Propiedad Intelectual en Ecuador

El proyecto denominado “Código Orgánico de la Economía Social de los Conocimientos, Creatividad e Innovación”, más conocido en el mundillo legislativo como “Código de Ingenios”, (aunque de genial no tenga nada), se aprobaría en las próximas semanas. Se terminó ya el proceso de “socialización”, palabreja que hoy se usa como sinónimo de divulgación pero que en este caso responde más a la primera acepción que le da el diccionario de la RAE: “Socializar.- Transferir al Estado, o a otro órgano colectivo, algo de propiedad privada…”.
 En efecto, el proyecto referido nacionaliza los derechos de propiedad intelectual en el Ecuador y los restringe en su ejercicio a la voluntad estatal que, “por excepción al interés público del conocimiento”, podrá encargársela a los titulares para su explotación. En otras palabras, si usted es el autor de un libro o de una canción, en el futuro esa obra ya no será suya sino del Estado, y usted, autor o escritor, podrá recibir las regalías por ella siempre y cuando el nuevo titular del derecho se lo permita, y por tanto, usted podrá publicar el libro o promocionar su canción si es que el Estado se lo autoriza. ¿Será que en este evento el nuevo dueño de los derechos de la obra permitirá su publicación o su explotación cuando no coincida ideológicamente con el gobierno de turno?
O, por ejemplo, si usted joven inventor, artesano o programador, pintor o escultor, ha creado una píldora para inmunizarnos del cáncer, o un modelo de zapatos, o un software de seguridad inviolable, o un retrato más vivo que el propio retratado, o una escultura sublime, en adelante esa obra será del Estado, y solo si él se lo consiente y lo autoriza, usted podrá resarcirse económicamente por su trabajo.
 Dado el espíritu confiscatorio y restrictivo de derechos de este proyecto, en caso de ser aprobado, se convertirá en un boomerang cuyo impacto de regreso traerá al país graves consecuencias: En primer lugar cualquier acuerdo comercial presente o futuro que tuviera el Ecuador con otros estados o comunidades se vendrá abajo pues nadie aceptará para sus connacionales un régimen de excepción o restricción a los derechos de propiedad intelectual que se protegen y tutelan en casi todo el resto del mundo. En segundo lugar, le habremos dado el golpe final a cualquier posibilidad de recibir inversión extranjera en el país, pues no existe ninguna persona o empresa que esté dispuesta a llevar sus capitales a otra nación si allí no se le garantiza un régimen con seguridad jurídica, estabilidad económica y protección de sus derechos. En tercer lugar, aunque muchos no se hayan percatado aún y no comprendan sus consecuencias, esta nueva aventura legislativa nos aislará del circuito comercial del mundo tanto para exportar nuestros productos y servicios, como para importar los del resto de países alineados con la protección de los derechos del ser humano, entre ellos, el de la propiedad privada material o intelectual.


Óscar Vela Descalzo

Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección:http://www.elcomercio.com/opinion/rip-propiedad-intelectual.html#. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com  

miércoles, 15 de junio de 2016

DANZIG - i don't mind the pain

En Ecuador...

Verdades dichas en la cara..
Los nuevos ricos son los que mejor comen, andan en carro de lujo y estrenan casa en barrio pelucón. Cumbayá, González Suárez, Quito Tennis y Samborondón, esos son los lugares en donde levantan sus nuevos palacios con mucho derroche y poco gusto.
Una clase muy privilegiada con derecho a invadir las vías del trole y a violar las normas de tránsito; mientras que los demás tenemos que corrernos a un lado para abrirles el paso.
Los nuevos ricos solían odiar el dinero y las cosas materiales; hoy tienen cuenta en Suiza y empresa en paraíso fiscal. El consumismo era la podredumbre del ser humano; hoy es parte de sus derechos.
Vestían jean, boina de paño y camiseta del Che Guevara, una inconfundible y furiosa raza, dispuesta a defender sus principios y valores hasta la muerte.
Ahora se los ve incómodamente empacados en ropa importada y costosa. Ayer compraban en la Bahía o en la Ipiales; hoy se los ve de shopping en Miami.
Ayer usaban shigra; hoy de sus hombros cuelga una Louis Vuitton. Pregonan sencillez y usan zapatos Guchi. Exigen igualdad y adornan sus cuellos con Hermés. Ayer comían cebiche de churos; hoy comen escargots. Odian el Imperio gringo, pero tienen visa.
Solían salir a las calles para defender los derechos del pueblo; hoy están callados, porque hablar pone en riesgo su nuevo estatus. Ayer tenían dignidad y principios; hoy tienen precio.
Ayer defendían a la naturaleza y consideraban que era su deber dejarles un mundo mejor a sus hijos; ahora ya no les importa el mañana, pues hoy sus billeteras están llenas de dinero. Ayer estaban chiros, pero libres; hoy están encadenados a sus ilimitadas ambiciones.
Antes se armaban interesantes coloquios para quejarse de los pipones, las comisiones y los negociados. Hoy los nuevos ricos comen del Estado. Ayer denunciaban la rosca, hoy forman parte de su fuerte engranaje. Los nuevos ricos pedían gobiernos que no roben; hoy su filosofía es que roben, que hagan y que repartan.
A los nuevos ricos nadie les dedica canciones, porque cuando toca se visten de verde encendido y evocan a una Cuba en la que nunca vivirían porque huele a pobreza y en sus estanterías ya no hay espacio para ese perfume.
Los nuevos ricos viven en un mar de contradicciones y nadie los manda a comer mierda. No tendría caso. Porque están empachados de tanto tragarse los escupitajos que durante toda su vida echaron hacia arriba.

Jeanette Hinostroza  

miércoles, 18 de mayo de 2016

Un camino largo, sin retorno

Un camino largo,
sin retorno.
Oteando
el horizonte
todo es lo mismo.

Un camino largo,
sin retorno.
Andando
por atajos y
recovecos.

Un camino largo,
sin retorno.
Caminando
por rocas y
piedras.

Un camino largo,
sin retorno.
Subiendo
por laderas y
promontorios.

Un camino largo,
sin retorno.
Escalando
muros y
montañas.

Un camino largo y sin retorno


(Tiempo de nada)

lunes, 25 de abril de 2016

Un banquete de amigos

Wow, estoy harto de dudas
Vivir en la luz de la certeza
Sur
Crueles ataduras
Los esclavos tienen el poder
hombre perros y sus mezquinas mujeres
tirando pobres mantas sobre
nuestros marineros.

¿Y dónde estabas en nuestra recostada hora?
¿Ordeñando tu bigote,
o moliendo una flor?

Estoy harto de estas severas caras
Mirándome desde la torre
de la televisión, Quiero rosas en
mi enrejado jardín, ¿cava?
Bebes reales, rubíes
deben ahora reemplazar a los abortados.
Extranjeros en el fango.
Estos mutantes, comida de sangre
para la planta que es arada.

Están esperando para llevarnos dentro
del cortado jardín.
¿Sabes cómo de pálida y lasciva aterradora
viene la muerte en la desconocida hora?
Sin previo aviso, imprevista
como una aterrador y amigable invitado que has
traído a tu cama.
La muerte hace ángeles de todos nostros
y nos pone alas
donde teníamos hombros
suaves como garras
de cuervo.

No más dinero, no más disfraces
Este otro reino parece desde lejos el mejor
hasta su otra mandíbula revela incesto
y obediencia perdida a una ley vegetal.

No iré.
Prefiero un banquete de amigos
a una Familia Gigante


Jim Morrison

jueves, 10 de marzo de 2016

Segundo cósmico

Una mañana fría en la piel, en una sensación se siente la vida
en un toque perplejo el miedo se hace presente
en palabras vagas la valentía se esconde ansiosa
trémula aparecida en el tiempo perdido
de una vida tras otra, en dos cuerpos desconocidos
y en dos almas sin el tacto mutuo que un día fueron una
una en el tiempo y espacio con la suerte guiada por el destino
que caprichoso hace lo que le viene en gana
sin preguntar en su plan egoísta y lastimero
moviendo las fichas en un eterno juego
para ganar el derecho en un segundo cósmico
y cantar mantras en un trozo de vida en cada milenio
y luego seguir peleando en un afán de victoria
con el único motivo de un tacto mutuo
que nos mantiene luchando vida tras vida
esperando nuestro encuentro
en el tiempo, en el espacio en un ahora tan esperado
que hace perpleja una mirada
desconocida en el cuerpo, tan esperada en el alma
y el ahora es lo que tenemos
en este trozo de vida, en este segundo cósmico.

El Desaparecido 10-03-2016

lunes, 4 de enero de 2016

Canto a mi mismo

Me celebro y me canto.
Me entrego al ocio y agasajo a mi alma,
me tiendo a mis anchas a observar
un tallo de hierba veraniega.

Clara y pura es mi alma,
y claro y puro es todo aquello que no es mi alma.
Estoy satisfecho: veo, bailo, me río, canto.
Poseo lo bueno de la tierra y del cielo,
el aire que respiro ha sido destinado a mí
desde la eternidad.

El vaho de mi aliento
mi espiración e inspiración,
los latidos de mi corazón,
el fluir de la sangre y del aire
a través de mis pulmones,
el olor de las hojas verdes y de las hojas secas
de la ribera y de las rocas marinas
de oscuro color,
del heno del granero, el sonido de las palabras,
algunos besos leves, abrazos,
el juego de la luz y de la sombra entre los árboles
cuando se mueven las ramas dóciles,
el gozo de hallarme solo
o en el tumulto de las calles,
o en los campos y en los ribazos de las colinas,
la sensación de la salud perfecta,
el trinar de la luna llena,
mi canto al salir del lecho y saludar al sol,

Nunca ha habido más energía original que ahora,
y jamás habrá más perfección que ahora...
Bienvenidos sean todos mis órganos
y todos mis atributos,
ni una pulgada, ni una partícula de una partícula
de una pulgada es vil,
y ninguna debe ser menos conocida que las otras.

Sé que soy sano y vigoroso
que todos los objetos del universo convergen
y manan hacia mí perennemente,
que todos me traen un mensaje
que debo descifrar.
Sé que soy inmortal,
me río de lo que llamáis muerte.
Existo como soy y eso basta.

Estoy enamorado de mí mismo,
hay tantas cosas en mí tan deliciosas.
Todos los instantes, todos los sucesos
me penetran de alegría.
Creo que una hoja de hierba no es menos
que el trabajo realizado por las estrellas,
que la hormiga es igualmente perfecta,
y que la articulación más insignificante,
y ninguno es más ni menos que yo,
y lo bueno y lo malo que de mí digo,
lo digo de ellos.
Sé que todos los hombres son mis hermanos,
que el amor es el sostén de la creación...

Quien degrada a otro me degrada a mí,
y todo lo que se dice o se hace vuelve al fin a mí.
Encarno a todos los marginados
y a todos los que sufren,
brotan de mí muchas voces largo tiempo mudas:
voces de interminables generaciones
de prisioneros y esclavos
voces de los enfermos y los desesperados,
voces de los seres despreciados.

Me veo en la cárcel con las facciones
de otro hombre,
y experimento su dolor sordo y constante;
no pregunto al enfermo como se siente;
me convierto en él.
Soy el esclavo perseguido, el niño silencioso
de rostro envejecido, el enfermo
que exhala su último suspiro.

Hombre y mujer, quisiera decirte
cuanto te amo pero no puedo,
y quisiera decirte los que hay en mí
y lo que hay en ti,
pero no puedo, y quisiera decirte
cómo late mi corazón día y noche,
y cuanto sufro, pero no puedo.  


Walt Whitman