sábado, 24 de febrero de 2018

Lejos de la carne y tan cerca del espíritu

Lejos de la carne y tan cerca del espíritu
trayendo a mi memoria lo que fue un palpitar,
ante una historia ya escrita que no ha sucedido
lejos de la carne y tan cerca del espíritu
lleno de tu presencia en mis sueños
y tan solo, al despertar.

Mi luna me saluda
trayendo las estrellas
que un día huyeron de mi.
Mis ojos buscan a los tuyos
en una sensación extraña
ya conocida, tal vez de otra vida.
Cuando cae la noche 
aprendo a cerrar los ojos, de mi alma 
para dibujarte en mi pensamiento.

Lejos de la carne y tan cerca del espíritu
sintiendo en mi pecho una dulce brisa
que regocija el alma y calma lo material
Lejos de la carne y tan cerca del espíritu
cuando ya no busco desde hace tiempo
y el tiempo me grita tu existencia.

Y en aquella tarde 
en un jardín de aromas imaginados
y en un sin fin de vidas en una pantalla
el sol bailo una dulce tonada
la luna y las estrellas cantaron para mi
y la curiosidad se convirtió exalto
deslumbrado por tu existencia 
anonadado e impresionado
por tu belleza y ternura.

Lejos de la carne y tan cerca del espíritu
trayendo a mi memoria lo que fue un palpitar,
ante una historia ya escrita que no ha sucedido
Lejos de la carne y tan cerca del espíritu
cuando todo se vuelve trivial
y lo único que importa es lo que sientas.

El Desaparecido