Miro en este momento
las curvas de mi pensamiento
rodeando y revelando
que no hay un hola ni un adiós
y salgo corriendo en tu ausencia
a las praderas de mi inocencia
para esperar el canto de tu voz
y encadenarme a tu conciencia
sin tu ausencia a donde vayas
sin un fin, saliendo siempre de madrugada
con la memoria despejada
para llenarme de ti
y así vivir los sueños
viajando a las estrellas
contigo en mi pecho
sin pensar en dormir o despertar
sin sentir la inquietud olvidada en el
viento
para que tu cuerpo sea mi verdad
y tu alma mi hogar.
El Desaparecido
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