Nube negra, lluvia de dagas de muerte
abro mis brazos y mojo mi alma
que cada gota caiga en mi piel
en mis ojos, en mi boca, en mi pecho…
quiero bañarme en mi sangre
para que en un momento mis ojos
brillen al abrirse puertas negras
de un mundo al terminarse
e irme con una sonrisa en mis labios
tocando las nubes
oyendo una dulce melodía
cantada por mi dolor
y reír sin ninguna confusión
sin que me importe la verdad o la
mentira
cuando el blanco se torne negro
y cuando el negro se haga más negro
en golpes sin luz de lluvia
buscando hincados la razón perdida
hundidos en sacramentos falsos
tratando de encontrar la fe
desperdiciada
sin sueños, sin pasión
olvidando por que están aquí
entre fiesta y vino
en una batalla hambrientos de lujuria
sin dormir, sin oler una flor
negando el cantar de los pájaros
no se… si el destino esta marcado
no se… si su dios ha fallado
en las madrugadas
si ya nadie disfruta su color
si solo se rompe promesas
gritando injurias sin ningún temor.
El Desaparecido
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