miércoles, 21 de agosto de 2013

Confesión


Confieso el escondido pensamiento,
perpetuo del sonido de mi voz en soledad
esclavo de la imagen de tu presencia
y los sueños de tocarte entre sonrisas vagas
que recuerdo ante una luna que me ilumina
y me recuerda el color de tu piel luz perpetua,
ante mis ojos que gritan cuando arde mi pecho,
guiado en esta oscuridad de una pesadilla al terminar
para despertar imaginándome en tus brazos
para darme cuenta que lejos estas,
alejada por mis demonios, raptores de mi presente
convirtiéndome en un asesino, que no quiere tener piedad
de mi mismo, de esos demonios que he decidido enfrentar
para ir corriendo sin detenerme, mirarte a los ojos
y robarte un beso.

El Desaparecido

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