Si y no, en la noche
clamo victoria!
En terrenales cumbres
lodosas muy frías,
la ansiedad de mil
peregrinos sin guía,
es el faro que trae
oscuridad.
Mil usos le he dado en
pura espina sangrienta...
y se extienden cual luz de
la luna,
sin lastimar, para volver
a comenzar.
Y será en los ojos
la dulce ironía,
que trae la muerte
todos los días.
El Desaparecido
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