Camina en nostalgias de un sueño
en elegante rosario de sufrimientos
atravesado por un amor sin
remordimientos
y mira, a la muerte que espera
impaciente
el desangrar de mis heridas
para salir de su cautiverio y
atraparme sin razón
me escondo entre dudas y mil
desenfrenos
o mis ojos ya no son lunas
sino espejos sin reflejos
y veo, ajenjo cuando hay viñedos
montañas, donde hay mil senderos
y muerte, donde solo hay luz.
El Desaparecido
No hay comentarios:
Publicar un comentario